domingo, 15 de septiembre de 2013

Ponte de perfil

Me parecía oportuno dedicar una "pildorilla" de finanzas al tema del análisis de inversiones, toda esa cuestión del VAN, el TIR, el plazo de recuperación de la inversión y otra serie de métodos de valoración cuyos conceptos y, sobre todo cálculos, no son precisamente sencillos de explicar. Sin embargo me entró el canguelo porque, aunque está feo que yo lo diga, recibo una media de una felicitación cada seis meses por el contenido de alguno de mis post, lo cual se traduce en que habré recibido, salvo error, dos felicitaciones y estará gestándose la tercera y no seré yo quien malogre o retrase la previsible felicitación en curso por proponer a mis queridos amigos que lean el pestiño que sobre métodos de valoración de inversiones preparé en su día, salvo que alguno de ellos tenga especial interés y decida acceder a ese contenido descargándolo a través del enlace que incluyo en este post.

No me alejaré del tema, pues es de interés, solo que lo centraré en reflexionar sobre algunos aspectos que sin ser necesariamente de naturaleza financiera o económica, deben ser tenidos en cuenta a la hora de invertir.  


Invertir es exponer recursos a un riesgo con la expectativa de obtener un rendimiento futuro. En esta definición, plagada de erres, se contienen tres aspectos fundamentales sobre los que se diseña el análisis tradicional de las inversiones: Recursos, Rendimiento (rentabilidad) y Riesgo. Tan sólo falta sumar la liquidez de la inversión y ese análisis estará casi completo. 


Para completarlo es necesario que te pongas de perfil. ¿Cuál es tu perfil de riesgo como inversor? 


Si eres de los que cruza la calle con el semáforo siempre en verde, tienes un seguro hogar, el coche a todo riesgo, una iguala sanitaria, otra de asistencia jurídica y mides las presiones de los neumáticos todas las semanas, tienes muchas papeletas para contratar un depósito a plazo fijo o un fondo de inversión garantizado. 


Sin embargo si tienes el riñón cubierto, un deportivo o un hummer, viajas con frecuencia, te gustan los raids y la fórmula uno y practicas deportes acuáticos y el esquí, quizás te seduzca un fondo agresivo, de esos que combinan inversión en bolsa de no se cuantas plazas y divisas en yenes, en dolares, en euros y en sestercios si los hubiera.


El resultado es que te ofrecen y encuentras productos financieros diseñados en función del riesgo, de la rentabilidad y de la liquidez. Pero y si además de un rendimiento financiero buscas un rendimiento emocional. Ahí hace crack el análisis tradicional pues la valoración de inversiones, contrariamente a lo que inicialmente se pudiera creer, no es una cuestión estrictamente financiera puesto que la inversión en si misma es mucho más que eso.


Falta conocer la motivación, saber por qué inviertes y  para qué inviertes. Esas son las preguntas clave para poder realizar un análisis completo de las inversiones. No se puede separar la motivación de la inversión y si lo hiciéramos, en algunos casos, comprobaríamos que las cuestiones financieras pasan a un segundo plano.  Un buen ejemplo de esto que decimos son los fondos éticos, solidarios, temáticos, de desarrollo sostenible.  


En conclusión, si has decidido invertir, ponte de perfil y analiza siempre tus motivaciones.


Yo ya lo he hecho y me ha quedado así: 

Si eres emprendedor, te apasiona la empresa, te gusta ser empresario, y quieres tener la satisfacción de crear empleo, es probable que te seduzca lo mismo que a mi: invertir en una pyme o lo que es lo mismo invertir en pasión y mucho esfuerzo.   



¿Para que invierto? Hay cuatro razones fundamentales:
  1. Para obtener dividendos con los que mejorar mi futura pensión.
  2. Para ser empresario y aprender a ser empresario.
  3. Para divertirme.
  4. Para tener la mayor satisfacción posible que es crear empleo.
¿En qué tipo de proyectos invierto? Sólo en proyectos sin complejos, grandes o pequeños, pero sin complejos. Desconfío del proyecto ramplón.

¿Dónde invierto? En Extremadura, necesariamente en proyectos que traducen la inversión en economía real.

¿Qué y cuánto invierto? Un poco de dinero o un poco de dinero. Es decir, siempre un poco de dinero. Nunca invierto lo que no tengo, lo cual significa que invierto, y así lo recomiendo, a cucharaditas. La inversión, como dije en otro lugar, tiene que ser saludable y no angustiosa.  Invierto además tiempo si soy útil en el plano personal o profesional al proyecto y lo compenso, con creces,  con lo que aprendo. 

¿Cuánto tiempo mantengo la inversión? Invierto con intención de permanecer y no de vender. Lo hago así porque creo más en la empresa que en el negocio. La empresa es un libro, el negocio es un capítulo.

¿Con quién invierto? Sólo con otras personas en quienes confíe y sólo con los emprendedores que desbordan interés y que confían en si mismos y en su propio proyecto, es decir, con emprendedores inversores.


¿Por qué en Extremadura? Porque si es un lugar ideal para vivir por qué no lo va a ser para emprender. 




Garboó Riocía & García Rioboó


1 comentario:

fcivantos dijo...

¡¡¡¡Oscar enhorabuena!!! y que conste que no te la doy por tu introducción de la entrada (un truco muy viejo para buscar la reacción de los que te aprecian. Ja,Ja!!)

Lo hago porque creo que de todas la entradas de blog que he leido (y sabes que me leo casi todas) esta es la mejor. Ahora que estoy empezando a conocer este mundo de las inversiones creo que muchas de las cosas que dices son muy acertadas.

No obstante yo no preocuparía de no recibir más felicitaciones sino de que tus entradas no reciben ningún comentario: ni bueno ni malo. Eso merece una reflexión ¿Será que no interesa lo que dices?

A mi sí y prueba de ellos es que estoy escribiendo esto.

¡Que no decaiga tu esfuerzo por compartir lo que sabes con los demas!