miércoles, 31 de julio de 2013

El GORE-TEX

Este año he vuelto a Asturias para disfrutar las vacaciones con mi familia. Encadenamos días y días de sol, hasta el punto de que cuando por fin salió un día típico asturiano lo agradecimos. Desde hace años nos venimos alojando en una casa rural cuyo propietario se lamentaba este año por el bajón experimentado en la ocupación de sus casas. Todo lo achacaba él a la situación general y rendido y resignado ponía en venta alguna de ellas. ¿Os interesa? Preguntó. Aunque la tentación es grande no podemos comprar la casa pues hacerlo nos impediría disfrutar de aquellas cosas por las que viajamos. Pensé.  

Es indudable que la situación actual tiene buena parte de culpa en el descenso de ventas en general y en el turismo en particular, pero también es cierto que muchos achacan esa realidad en exclusiva al contexto económico sin examinarse a si mismos. Es algo así como aquello de  "me han suspendido", cuando algo va mal y "he aprobado", cuando de recibir las flores se trata. 

Creo que muchos empresarios/as y gestores de establecimientos de turismo rural serían merecedores de esas flores, particularmente aquellos que han entendido que el alojamiento es solo una parte de la clave del éxito del viaje, que además ha cedido su supremacía a los contenidos. Son empresarios/as que investigan, se forman e invierten en adquirir los activos que permiten esas actividades y contenidos que convierten su oferta en especial. Han conseguido con ello evitar que los ingresos por alojamiento estén huérfanos y no necesitan imperiosamente "salvar el año" en un mes o en diez o doce fines de semana.

Ahora bien, si el alojamiento rural se vale de sus propios contenidos para hacer más atractiva su oferta, el turismo rural, para desarrollarse con vigor, necesita otros cuya aparición y o consolidación hay que fomentar, favorecer y preservar. Me estoy refiriendo a aprovechar el territorio y los recursos naturales para que podamos hacer rutas, senderismo, espeleología, barranquismo, montañismo, esquiar, patinar, navegar, remar, volar, pescar, cazar, fotografiar, observar el firmamento...en definitiva aquellas actividades que conforman una oferta global y diversificada. 

Para que eso suceda serán imprescindibles empresas potentes, muy profesionalizadas y con una gran capacidad comercial. Esas empresas, las denominadas de actividades o de turismo activo, crean mucho empleo y generan mucha actividad económica, pero sobre todo son estratégicas para el turismo rural, por lo que bienvenidas sean esas empresas y, sobre todo, bienvenidos sean esos emprendedores. Ahí sí, ya lo creo que sí, hay un auténtico yacimiento de actividad económica que yo llamaré GORE-TEX. pues no en vano es una gran oportunidad de reactivar a emprendedores en turismo de Extremadura.  


Las actividades, lo que yo estoy llamando contenidos y otros llaman experiencias, son bálsamo para el turismo rural, pero no hay que perder de vista que también consumen el presupuesto del turista y eso tiene una gran importancia. 

Por eso cuidado siempre con los precios, tanto con vacas flacas como con vacas gordas, porque estará fuera de mercado el alojamiento que con sus precios impida al turista disfrutar de aquellas cosas por las que viaja, pues nadie va a consentir que habiendo mucho que hacer, no poder disfrutarlo porque consumió su presupuesto en dormir, o, como a mi me tentaron, en comprar una casa.






Garboó Riocía & García Rioboó


viernes, 19 de julio de 2013

Comportamientos éticos desde cero

La motivación que me mueve a escribir sobre este tema es tan simple como que echo de menos en los servicios de acompañamiento a emprendedores algo tan importante como reflexionar, se admiten otros verbos, con el empresario en ciernes sobre la ética en el ejercicio de la actividad empresarial ¿Por qué no se hace? ¿No es importante? 

Yo, por mi parte, lanzo el guante sobre este tema con la esperanza de que algunos lo recojan, no se agolpen por favor, y contribuyan con su magisterio a mitigar esta carencia, ayudando al que empieza, a transitar por un camino que encontrará lleno de señales contradictorias.

El empresario, y, por supuesto el emprendedor, pueden creer y es legítimo que así lo hagan, que su misión es obtener beneficio y generar dividendo pero también tienen que saber que la sociedad espera mucho más de ellos pues importa el modo de obtener los beneficios (un buen fin no justifica un mal medio) y que además hicieron bien mientras se generaron, lo cual, por otra parte no es tan complejo, basta mirar no solo hacia adelante sino también hacia los lados:

Imaginemos dos empresas del mismo ramo que obtienen idénticos resultados económicos, pero una de ellas tiene formulado su código ético en el que se ha comprometido a no financiarse con proveedores más allá de lo razonable, de tal modo que su plazo medio de pago no supera los treinta días, mientras que la otra empresa realiza pagos a ciento ochenta días ¿Cambia nuestra percepción sobre una y otra empresa? Ambas actúan dentro de la legalidad pero la diferencia es sustancial ¿No tenemos ahora la sensación que una de las empresas obtiene resultado endosando una dura carga a sus proveedores? 

Según mi parecer el comportamiento ético empresarial es aquel que se extiende al conjunto de una organización de tal modo que no puede hacerse “paquetitos”, ni puede ser intermitente y que sin dudar podría ser compartido en lo esencial, con aquellos terceros a quienes directamente afecte (trabajadores, clientes, proveedores, competidores...) y o estén legitimados para conocer la conducta (administración) y aún con la propia comunidad social donde opera la compañía, sin temer de ninguno de ellos reproche, desde luego jurídico, como tampoco reprobación, más bien todo lo contrario, recibir la aprobación y el reconocimiento, por ajustarse dicho comportamiento a principios éticos que son aceptados, compartidos, admirados y queridos por la comunidad social.

La ética empresarial es conducir la empresa conforme a unos principios y valores éticos que se integran en eso que denominamos “cultura de la empresa”. Los principios y valores pueden ser tan extensos como la propia compañía decida y pueden formularse en lo que se denominan códigos éticos, cuyo cumplimiento es asumido desde entonces por quien lo proclama. 

La asignatura pendiente es extender a las PYMES, a cualquier actividad empresarial, lo que parecía reservado exclusivamente a las grandes compañías, pues es intrínsecamente positivo y favorecedor para quien así conduce o se conduce. Ahora bien, habrá que hacer un esfuerzo muy importante tanto de explicación como de adaptación y pulir modelos. A eso parece obedecer el protagonismo que comienza a alcanzar la denominada responsabilidad social empresarial, que si bien no debemos confundir con la ética empresarial, se abrazan, pues no en vano, la primera es una manifestación de la segunda.  

Quizás todo esto parezca ética empresarial a la carta, un poco artificial, una operación de marketing, algo deliberadamente ambiguo y, en algunos casos, algo de eso hay. Las dudas se disipan con la transparencia que es el elemento que más refuerza un comportamiento ético pues permite demostrarlo. El premio es el RECONOCIMIENTO. 

Estábamos demasiado acostumbrados a magnificar empresas y a aplaudir a empresarios exclusivamente por sus aparentes buenos resultados económicos y sin importar cómo se habían obtenido pero como yo digo, estábamos.




Fdo: Garboó Riocía & García Rioboó

domingo, 7 de julio de 2013

Pacicos de mi vida

“Pacicos de mi vida” es considerado el testamento más breve de España.  En realidad se trataba de una carta de amor que una mujer, Matilde, le escribió a su novio, Pacicos,  en Peñafiel, el 24 de octubre de 1915. Aquellas letras escritas con el corazón de una mujer enamorada, decían lo siguiente:

Pacicos de mi vida: en esta mi primera carta de novios va mi testamento, todo para ti, todo, para que me quieras siempre y no dudes del cariño de tu Matilde.

Desgraciadamente, ella murió poco tiempo después de escribir la carta y Pacicos, su novio o marido, pues esto no se sabe a ciencia cierta, decidió hacer valer sus derechos hereditarios ante los tribunales, enfrentándose a su familia política. El Tribunal Supremo con una conocida sentencia que se dictó el 8 de junio de 1918, consideró que aquella breve carta era un testamento ológrafo que la fallecida siendo mayor de edad, había otorgado a su novio, dejándoselo todo, escrito de puño y letra, fechado y datado; es decir, cumpliendo, por tanto, con todos los requisitos que se exigían para esta disposición de última voluntad.

"El Pacicos de mi vida" es toda una declaración, en este caso de amor, convertida en testamento ológrafo. Las declaraciones de voluntad parecen reservadas para las personas pero y las empresas ¿Se declaran a alguien las empresas? ¿Quién es el "Pacicos" de las empresas?

"Los Pacicos" de las empresas son los clientes y con ellos debe establecerse una relación muy especial que se basa siempre, siempre, en el respeto. Sobre esa base se pueden construir estrategias, enfoques, argumentos y las políticas comerciales, pero sin respeto no hay cliente.

Si la empresa respeta al cliente, éste, aunque deje de serlo, respetará a la empresa. Este detalle es fundamental para entender la diferencia entre que te quiten clientes y perderlos. Lo primero es mérito de quien lo consigue, lo segundo es demérito exclusivo de quien lo provoca.

Emprendedor, empresario, formula tu particular declaración de compromiso, orienta tu organización al cliente, invierte tiempo, recursos e inteligencia para ello y cuídalos mucho porque si no lo haces así, es cuando tendrás que ir preparando el testamento de tu empresa, pero, en tal caso, no habrá nada que heredar porque nada le da más valor a una empresa que sus… Pacicos. 


Garboó Riocía & García Rioboó