martes, 25 de diciembre de 2012

EMPRENDEDORES, lo que son EMPRENDEDORES, hay pocos

Nadie duda que el emprendimiento, en si mismo, es un negocio, un auténtico mercado. Para constatarlo basta hacer búsquedas por internet. El resultado es alucinante, pues hay hasta lo inimaginable. La exageración no es buena, todo tiene límites, sin embargo tenemos tendencia a sobrepasarlos (si no que se lo pregunten a la calidad)

Soy de la opinión de que el término emprendedor está siendo utilizado de manera inapropiada hasta el punto de empezar a perder sentido.  Me viene a la memoria una anécdota de un buen médico rural que en verano veía crecer su consulta diaria de un modo exagerado. Cada día, un abuelo acudía a la consulta reservándose el último lugar para ser atendido y cada día preguntaba al médico: 


- ¿Cuántos pacientes ha visto Vd hoy? 
- Cien, contestaba el médico, pero enfermos, dos.

La generalización nos lleva a considerar que todo el que inicia una actividad económica es un emprendedor y claro, visto de esta manera, habría miles y miles de emprendedores, cuando honestamente creo que no es así. 


De un tiempo a esta parte parece que si a un empresario no se le reconoce la condición de emprendedor, se está menoscabando su indudable y gran mérito pero ¿Es lo mismo empresario que emprendedor? ¿Son emprendedores todos los empresarios? ¿Es un emprendedor el empresario de segunda generación? ¿Quien adquiere una enseña de una franquicia es un emprendedor? ¿Son emprendedores todas las  personas que acuden a un programa de acompañamiento? 


A mi juicio, y no sin cierto riesgo de recibir un revolcón,  EMPRENDEDOR es aquel que descubre una oportunidad de negocio, y aún sin experiencia previa ni recursos suficientes, tiene la capacidad para concebir primero y liderar después la transformación de una idea propia en un proyecto empresarial nuevo del cual es actor principal y en el que necesariamente participa asumiendo riesgo económico.

Este concepto es relevante porque el EMPRENDEDOR así definido, el que ve donde otros no ven y partiendo de cero, gestiona, lidera y alumbra proyectos empresariales con los que se vincula estrechamente, es como un gran deportista en ciernes, no me atrevo a decir de élite, pues ambos atesoran unas especiales condiciones que les acercan a sus objetivos: Para el deportista batir marcas y cosechar medallas y para el emprendedor cosechar empresas y ahí, precisamente ahí, reside el gran potencial del EMPRENDEDOR: Sus capacidades le llevarán a liderar nuevos proyectos empresariales. Es decir, justo lo que necesitamos. 


Si tal es así, si el EMPRENDEDOR tiene capacidad para conseguir lo que necesitamos, debemos actuar en un doble sentido:

  • Haciendo que haya más personas con esas capacidades. Las medidas adoptadas con este fin no tendrán un efecto inmediato.
  • Apoyando con fuerza las segundas iniciativas sobre todo, pero no exclusivamente, las de quienes han demostrado su éxito en la primera. (Es una buena inversión pues traerá los retornos que solo las nuevas empresas que cumplen años pueden traer) Debe quedar claro que con esto no supeditamos la condición de EMPRENDEDOR al éxito de la iniciativa empresarial pues sería sumamente torpe y, peor aún, injusto.
En definitiva, Emprendedores, lo que se dice emprendedores hay muchos, pero EMPRENDEDORES, lo que son EMPRENDEDORES hay menos y siempre será así, hasta que no expliquemos a quien queremos que sea, que aún no lo es.

Mientras tanto, si alguien nos pregunta ¿A cuántos emprendedores atendió hoy? 

Lo normal será contestar algo así como:
Ni más ni menos que a uno, pero disfruté mucho escuchándolo. 





Garboó Riocía & García Rioboó











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