miércoles, 23 de enero de 2013

Empresas Lamento

La supervivencia y posterior consolidación de las nuevas empresas es una asignatura pendiente. Ya decíamos en otro lugar que el éxito no es el nacimiento de una sociedad y sí su cumpleaños. Un porcentaje muy alto de las nuevas empresas no celebra su primer cumpleaños y muy pocas, demasiadas pocas, alcanzan los tres años de vida y muchas de las pocas que alcanzan esa edad quedan estancadas.

¿Qué motiva esta realidad tan dolorosa y qué puede hacerse al respecto?

Para responder a esta cuestión debemos distinguir entre aquellas empresas que estaban abocadas al fracaso desde su mismo nacimiento, pues lo hicieron con grandes carencias que las hacían inviables y nada podía hacerse para mejorar su pronóstico y otras que bien pudieron haber sido viables y sin embargo se perjudicaron. A estas últimas las llamaremos Empresas LAMENTO.


Con carácter general y puesto que emprender en falso deja secuelas, creo que hay que hacer un esfuerzo por asesorar con gran profesionalidad y rigor e igual franqueza a los  emprendedores, de tal modo que pueda entender los motivos que desaconsejen su actividad con independencia de que acepte o no que aún no es su oportunidad.   


En el caso de las Empresas LAMENTO identificamos como causas de fracaso evitables las siguientes: 
  1. Carencias graves en fase de proyecto. 
  2. Insuficiente capitalización y financiación.
  3. Mala gestión.
En el primer grupo encontraremos empresas que generalmente carecen o tienen un plan de empresa poco trabajado y o mal dirigido, víctima de las prisas, la precipitación y el desconocimiento.

En otros casos el plan está descompensado, es decir, con vertientes muy desarrolladas y otras, no menos importantes, apenas esbozadas e incluso ignoradas. Conocí casos de proyectos muy interesantes, atractivos e innovadores, con un desarrollo tecnológico de bandera  que obviaron detalles relativos a cuestiones tan básicas como la fiscalidad, que terminaron tumbando todo un proyecto.   


La insuficiente o deficiente capitalización y financiación es otra de las causas de fracaso evitable más comunes. A veces se olvida que las empresas necesitan tiempo para desarrollar su proyecto y el tiempo en la empresa necesita financiación, como también las previsibles pérdidas, por otra parte lógicas,  en las que incurren las nuevas empresas en los primeros ejercicios. (El capital social debe financiar no sólo un porcentaje elevado de las inversiones sino que también las pérdidas acumuladas previsibles de los primeros ejercicios) 

Finalmente identificamos la mala gestión como tercera causa notable del fracaso evitable. Una deficiente preparación técnica, carencia de habilidades empresariales, el conocimiento redundante de los socios y la inexperiencia están en la base de esta causa de fracaso. 

Las posibles soluciones, a nuestro juicio pasan por:

  1. Hacer un completo plan de empresa es fundamental.   
  2. Conformar equipos multidisciplinares de emprendedores.
  3. Formación práctica orientada al desarrollo de capacidades y habilidades de gestión.
  4. Incorporar al proyecto el saber hacer de un socio tecnológico.
  5. Contar con acompañamiento profesional durante los primeros años.
  6. Disponer de un capital social técnicamente cuantificado. 
Pero aún hay un cuarto grupo de causas sobre las que normalmente no se advierte al emprendedor y sin embargo tienen una incidencia tremenda en el índice de fracaso de las nuevas empresas. Nos referimos a las conductas personales, al ámbito de los comportamientos, a las relaciones entre socios. Son muchas las empresas viables que se frustran por desavenencias entre socios. Las soluciones son complejas y por ello optamos siempre por aconsejar la prevención. Este tema ya fue objeto de desarrollo en el post titulado por el interés te quiero, al cual me remito. 

Emprendedor, recuerda, emprender en falso deja secuelas: EMPRESAS LAMENTO, término empleado para referirse a aquellas iniciativas de emprendedores que bien pudieron haber sido viables y sin embargo se perjudicaron. 







Garboó Riocía & García Rioboó  

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