domingo, 6 de abril de 2014

Mathieu

Emprendedores, lo que son emprendedores, hay pocos pero no porque sea complicado ser emprendedor, sino porque muchos, ni siquiera se lo plantean, pues creen, quizá erróneamente, que no sabrían o no podrían serlo.  En el otro lado, esto es, en el de apoyar los proyectos de los emprendedores, pasa algo similar, pues hay mucho campo para ello y poca gente que lo haga, pero como decíamos antes, no porque sea complicado participar en proyectos de inversión, sino porque muchas personas, ni siquiera se lo plantean, pues creen, quizá erróneamente, que no sabrían o no podrían hacerlo.

Hay varias causas en torno a esto. Un padre está dispuesto a dejar sus ahorros a un hijo para que emprenda un negocio y salga adelante, pero fuera de esa relación, esa misma persona no se plantea prestar ni todo ni parte de ese dinero a un emprendedor, por muy bueno que sea su proyecto, ni por muy alta que fuera su remuneración. Digamos que se impone aquello de ya tenemos líos suficientes como para buscarnos más.

Nosotros ya hemos dedicado varios post a aconsejar reunirse para hacer pequeñas inversiones en PYMES, y hemos tratado de acompañar nuestros argumentos financieros con otros calificativos. Las inversiones pueden ser divertidas, educativas, gratificantes, amén de atractivas desde el punto de vista económico. Vamos a pasarlo bienPonte de perfilLos nuevos bancos y La pequeña y mediana pensión son algunos de esos post a los que nos referíamos y que sustentan, o así lo pretenden, nuestras opiniones.

Para quienes querrían o son proclives a apoyar iniciativas empresariales, como yo digo, con ilusión y, en su caso, un poco de dinero, esto es, tacita a tacita, el micromecenazgo, crowdfunding, o financiación en masa. puede ser una buena opción. En estos casos la conexión con los proyectos se establece a través de las muy numerosas plataformas de crowdfunding, los blogs, webs y las redes sociales (En el blog encontrarás algún buen enlace)

Bajo esta fórmula, el participante se puede comportar como un donante, de tal modo que su motivación no es financiera, como un prestamista, o como socio, adquiriendo participación en el capital social del proyecto que haya decidido apoyar. En esencia la financiación en masa, se produce cuando un proyecto, que busca financiación, despierta el suficiente interés y confianza en un número amplio e indeterminado de personas, sin vinculación entre si, como para que éstas, decidan apoyarlo económicamente, con o sin contraprestación (según las modalidades), pero siempre sin ánimo de gestión, gobierno o control sobre el referido proyecto.

La dimensión que está adquiriendo la financiación en masa aconseja una regulación normativa, que está en marcha y que, a nuestro juicio, debiera centrarse en prevenir el pufo, antes que en empequeñecer o debilitar esta clara alternativa a la financiación bancaria.  Rigor, seguridad y exigencia de transparencia que, como siempre hemos mantenido es la mejor de las auditorías y lo que mejor sostendría el crowdfunding.

Está claro que me encantaría demostrar que cualquiera de nosotros puede formar parte de la historia de un proyecto empresarial y a eso llegaríamos si fuéramos capaces de iniciar a la sociedad en eso de "empujar" al emprendedor. Para ello es necesario enseñar el cómo hacerlo pero eso no es suficiente para que funcione. Falta algo mucho más importante.

En este punto, me viene a la mente Mathieu, el entrañable músico y vigilante del internado donde transcurre esa maravillosa película titulada Los chicos del coro.

Con inteligencia, con incesante empeño, a pesar de las dificultades, de los obstáculos, de las prohibiciones y hasta de los recelos de los niños, hizo brotar sus voces  y creó lo que a nadie se le ocurriría y donde a nadie se le ocurriría.

¿Por qué lo logró Mathieu? Porque a todo supo darle sentido y todo ese sentido fue capaz de transmitirlo.

Para los niños tenía todo el sentido cantar y también pertenecer al coro pues en el coro encontraron muchas de las cosas que habían perdido.

¿Tiene sentido que en nuestras ciudades empujemos a los emprendedores? ¿Tendrán sentido así nuestras ciudades para los emprendedores?

Si es así, formemos un coro y hagamos brotar las cosas que tienen sentido.

Como dice Mathieu siempre hay cosas que intentar.




Garboó Riocía & García Rioboó





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