martes, 30 de abril de 2013

Pasar por boxes

Cuando diriges una nueva empresa, tuya o de un tercero, no es extraño tener la sensación de que es la empresa la que te lleva a ti y no tú a ella. Cuando pasas de emprendedor a empresario, de técnico a directivo, de un negocio sencillo a uno más complejo, de estar sólo a tener empleados, es como si a tu coche le colocan un volante de un fórmula 1 y te dicen que tienes que calificar. Entonces te das cuenta de cuanto botón y cuantas cosas hay que hacer a la vez. La inexperiencia, falta o carencias en la planificación, intentar o tener demasiadas cosas que hacer a la vez, recursos escasos y otros circunstancias, pueden dar lugar a este tipo de situaciones. Lo más curioso es que puedes darte cuenta del problema pero la propia inercia te impide pararte a pensar para diagnosticarlo y, sobre todo, para darle una solución definitiva, con lo que el problema se vuelve crónico. 

Sin embargo hay varias cosas que puedes hacer para tratar de solucionar este tipo de problemas y también para prevenir su aparición. Estas son:

Confiar en buenos ingenieros y buenos mecánicos.  Te recomendamos emplear recursos para que exclusivamente se dediquen a observar la empresa, diagnosticar sus problemas, reflexionar sus soluciones y adoptar las medidas que corrijan la situación.

Hacer una o varias paradas en boxes, las que hagan falta. Mucho nos tememos que mientras formes parte de la vorágine no la podrás solucionar. Tus mecánicos no podrán entenderte si no hablas con ellos y les comentas tus problemas y para ello te tendrás que bajar del coche. En ese momento eres más valioso hablando que conduciendo, fuera que dentro del coche.

Aprender bien la finalidad y funcionamiento de los botones del volante. El volante de la empresa es el cuadro de mando. El cuadro de mando es una herramienta de gestión muy útil que debe incorporarse de forma muy temprana a la empresa. El cuadro reúne una serie de indicadores previamente seleccionados que interpretados de manera individual y colectiva, permiten conocer la evolución de aspectos esenciales de la empresa y, a partir de esa valiosa información, adoptar las decisiones oportunas. 

Después de hacer bien todo lo anterior, Incorpórate nuevamente al pit line y con semáforo en verde, pon un mapa motor tranquilo, levanta un poco el pie y procura hacer tandas largas antes que tiempos brillantes. 

Recuerda que la empresa requiere sosiego y que cuando no lo tiene se nota.Ya habrá tiempo de ir más rápido.




                                        Garboó Riocía & García Rioboó

  


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