sábado, 7 de diciembre de 2013

Dudas razonables

Un reto, por definición, es algo complejo, un objetivo, un  empeño difícil de llevar a cabo  y por ello es un estímulo para quien lo afronta. Pero también impone respeto, y por eso, antes de embarcarse conviene saber si: 

¿Tenemos capacidad para conseguirlo? Sin duda que sí pero siempre que el esfuerzo sea colectivo. 

Todos tenemos muchas más capacidades de las que creemos y solo hace falta un motivo para que afloren de manera espontanea pero ordenada. ¿Qué es lo que sucede cuando acontece una gran desgracia? Que todos nos movemos en el mismo sentido ya sea con nuestros sentimientos o con nuestros actos, pero todos nos movemos en idéntico sentido. Es cierto que las desgracias unen pero también es cierto que no solo unen las desgracias.

¿Tenemos recursos para conseguirlo? Nos sobrarían en un momento dado. 


No asociemos reto con dinero. Tenemos tendencia a tratar de solucionar nuestros problemas y nuestras necesidades con la cartera y estamos enseñando eso a nuestros hijos. La cartera duele pero es cómoda y nos rendimos a esa comodidad. Compramos nuestras soluciones y eso provoca que renunciemos a encontrar otras mejores, sin darnos cuenta de que, a lo mejor, las llevamos dentro. 

¿Merece la pena intentarlo? Claro que merece la pena.  


Ya decíamos que un reto es pensar en grande y que esto no es lo mismo que pensar  a lo grande (Lo primero si nos lo podemos permitir, lo segundo no) Sólo intentarlo significa muchas cosas buenas para la Ciudad:


Si lo intentamos es que no tenemos o hemos desterrado los complejos que nos impedían,  si quiera albergar, la posibilidad de ser o conseguir aquello que nos propongamos.

Si lo intentamos es que estamos unidos y nos habremos demostrado que somos capaces de pensar juntos la ciudad que queremos y juntos hacer las cosas necesarias para conseguirlo.


 ¿Y si fracasamos? Nosotros ya recibimos una joya ¿Cuál será nuestro legado? El fracaso es no intentarlo.

Admiro a las personas que piensan en grande. 





Garboó Riocía & García Rioboó




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