domingo, 16 de septiembre de 2012

Será en Cáceres

En pensar en excel ya anticipaba que estaba ocupado en un nuevo proyecto de inversión. Hoy tengo la satisfacción de saber que la idea se convertirá en una nueva empresa. Soy afortunado, mis hijos llamaron mi atención y surgió una mera idea que, poco a poco, se transformó en un proyecto muy sólido.  A veces me pregunto cómo podemos tardar tanto en darnos cuenta de oportunidades tan evidentes.

Hasta ahí lo más difícil, la materia prima, y a partir de ahí, la técnica que nos permite comprobar la viabilidad del proyecto. Lo más importante es recordar que todo puede hacerse de diferentes formas y hay que elegir la mejor. Prueba de ello son las ocho o diez versiones del plan de empresa que tengo en mi ordenador. Aunque parezcan muchas, son pocas y antes de ir al notario habrá alguna más. En algunas versiones se matizan o profundizan los planteamientos de la versión precedente, pero otras son una enmienda total.

Si el plan de empresa sólo alcanza una versión puedes considerarse un  mal asunto, pues salvo que hayas dado con la tecla a la primera, lo cual no es fácil, significará que  el  proyecto es pobre.


¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Cuánto? ¿Por qué? Preguntar y repreguntar y volver a repreguntar. En esto me aplico la propia medicina que prescribía en "el valor de las preguntas":

¿Cuándo sabrás que te estás preparando bien? Cuando seas capaz de formular un buen número de preguntas a ti mismo y a aquellos terceros a los que acudes en busca de asesoramiento o colaboración.

¿Cuándo sabrás que estás bien preparado? Cuando seas capaz de anticipar todas las preguntas que vayan a hacerte aquéllos a los que acudas solicitando su participación en el proyecto.

¿Cómo demostrarás que habías anticipado esas preguntas antes de que te las hicieran? 
Incluyendo sus respuestas en el mejor escaparate del conocimiento del negocio, en el plan de empresa.

Idea, proyecto, preguntas y respuestas nos llevan a los socios. Doce socios, ni más ni menos, personas muy valiosas que conforman un gran equipo. Nada ha sido improvisado. Confían y se confía en ellos ¿Quién dijo que no hay ángeles inversores en Extremadura?

Aún falta uno, un socio especial, será alguien inexperto, alguna persona que aún no conocemos, alguien que, sin duda, tendrá que demostrar que merece ser uno más del proyecto. Buscamos un Q-andidato al que le ofrecemos esa oportunidad. 

Hemos cubierto una etapa, ahora es el momento de hacer la empresa y cuando eso ocurra, cuando la idea se hace empresa, quien al menos durante el primer segundo estuvo solo será especialmente feliz. 

Soy afortunado



García Rioboó & Garboó Riocía




No hay comentarios: