lunes, 16 de febrero de 2015

Medallas de corcho

Sí, sí, hablo en serio, medallas de corcho ¿Por qué no hacer medallas deportivas de corcho? No, no me refiero a añadir un nuevo tipo de medalla para los clasificados en cuarto lugar en una prueba deportiva, sino a emplear el corcho como materia prima para hacer las medallas deportivas.

Digo esto porque las medallas deportivas de oro, de plata y de bronce, normalmente ni son de oro, ni son de plata, ni son de bronce.  He leído que las últimas medallas de oro, que eran totalmente de oro, se entregaron en los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912.

En los últimos Juegos Olímpicos celebrados hasta le fecha, los de Londres en 2012, la medalla de oro, tenía tan solo un 1.34% de oro, un 92.5% de plata y el resto era cobre. La medalla de plata sí que puede considerarse como tal, pues tenía un 92.5% de plata y un 7,5% de cobre. Finalmente, la medalla de bronce se componía de un 97% de cobre, un 2.5% de zinc y un 0.5% de estaño. Está claro que el valor de la medalla no es el material. 

Al hacer este post, yo no estaba pensando tanto en las medallas que se entregan en olimpiadas, o en campeonatos mundiales y sí en las que se entregan a miles de niños y de niñas que participan con sus equipos en las ligas y campeonatos que se organizan en sus respectivas regiones. Esos niños y niñas merecen algo especial y ese algo especial pueden ser unas preciosas medallas de oro, de plata o de bronce, o simplemente medallas de participación, hechas en corcho, un material extraordinario por naturaleza. 

25 años aproximadamente, sin que quepan atajos, necesitará el alcornoque, quercus suber, para ofrecernos su corteza, pues eso es el corcho. Llegado ese tiempo, durante el verano, para no dañar al árbol, tendrá lugar la saca, y los alcornoques serán pelados con destreza y mucho cuidado por avezados corcheros. Así, desde entonces, cada 9 años hasta los aproximadamente 175 o 200 años. Todo ello sin cortar ni un solo árbol, sin generar residuos y sin alterar ese maravilloso ecosistema que es la Dehesa. 

Todo se resume en naturaleza, tiempo y equilibrio.

A mi no se me ocurre mejor material que el corcho para distinguir a un deportista, pues el corcho es, lo que debe ser el deportista, un obrar natural presidido por el respeto.

El corcho también se merece una medalla. 





Garboó Riocía&García Rioboó

Extremadura sería medallista en unos campeonatos mundiales de producción de corcho.

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