viernes, 9 de mayo de 2014

Poner el alma

Ando apurado tratando de echar un cable a una asociación protectora que necesita construir un albergue en el que poder recoger los perros abandonados. Como siempre hago para elaborar un plan de empresa,  fabrico un modelo económico en excel que me permite ir simulando el efecto económico de las distintas alternativas que voy analizando. Es lo que yo llamo pensar en excel. (Pensar en excel) Algo imprescindible, pienso yo, pero insuficiente para hacer bien un plan de empresa. 

Mientras busco y rebusco en el disco duro un archivo de unos cálculos que hace mucho tiempo hice para una residencia canina que me ilusionaba abrir,  estoy pensando en el alma del plan de empresa para el albergue y creo que lo encontré. Me ayudó a ello buscar en internet el origen de la frase  el perro es el mejor amigo del hombre. La información que encontré me encantó y me emocionó. Os adjunto un trocito del texto y el enlace a la historia completa. 

"El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro. El perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus enemigos. 

Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte”.

Alegato de George Graham Vest en el juicio por el sacrificio del perro Old Drum. Enlace a esta historia  


Conocer esta historia me permitió encontrar el alma del proyecto de la protectora. Lo he plasmado así:

Todos y cada uno de los días de su larga vida, sin una sola excepción, festejaba con tremenda alegría nuestro no siempre buen despertar, y todos y cada uno de esos días, al regresar a nuestra casa, pues nos estaba esperando, nos recibía con una alegría y un cariño que quien no haya querido a un perro difícilmente podrá imaginar.


Quien abandona a un perro pierde los miles de momentos de cariño y alegría que éste le reservaba. Esa es su mayor torpeza. 

Evitar que se pierda todo ese cariño y toda esa alegría, que tanta falta nos hacen, es el objetivo por el que la asociación quiere construir un albergue.

Espero que sirva. A mi me salió del alma.

¡Hola Waldo!




Óscar  


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