Quería saludar al 2014 con una
serie de post sobre diversos asuntos que tengo en mente, pero algo debe estar
provocando interferencias porque el caso es que no consigo alumbrar ni un
solo párrafo y, a poco que me descuide, se me habrá pasado este primer mes del año
sin producir una sola letra.
Estaba haciendo un nuevo intento tratando de compartir algo interesante sobre el valor añadido, la gestión del desempleo, volver
a empezar, el coworking o cómo prepararse para esta etapa de cambio... y que si quieres arroz, Catalina. Como no había manera, me asomé a linkedin y allí leí un comentario hecho a renglón de este otro
mío:
¿Sabías que los extremeños somos las personas que vivimos más felices
de toda España? Si has de elegir un lugar donde iniciar tu proyecto empresarial
hazlo donde no solo tu empresa sea feliz. Tú también.
Mi comentario suscitó otro que me ha motivado para acabar con mi sequía y estrenar el año 2014 con un primer post dedicado a algo tan maravilloso como la felicidad.
No puedo compartir, lo digo con
todo el respeto, que la felicidad de las personas se asocie, se ciña, se
vincule, o se supedite a la situación económica. Mi felicidad no puede depender del Producto Interior Bruto, la felicidad no tiene nada que ver con la economía. ¿Un desempleado no puede ser
feliz porque está desempleado? ¿Si en mi cartera no hay 200 euros no puedo ser
feliz? ¿Un africano en Africa no puede ser feliz? ¿Tener empleo garantiza la felicidad?
¿Es más feliz quien tiene un contrato de trabajo indefinido que el que tiene un contrato eventual? Se puede estar angustiado y ser
feliz, se puede estar enfermo y ser feliz y se puede estar podrido de dinero y
ser infeliz y hasta pobre de solemnidad.
Hay un delicioso portal web en internet que ya he enlazado en mi blog y recomiendo con entusiasmo. De ese portal web he extraído el título de este post "La felicidad a prueba de crisis" pues me parece genial y he extraído además esta reflexión del Profesor Bernabé Tierno, quien al explicar que las crisis forman parte de la vida del hombre, afirma que lo inteligente y práctico es aceptarlas con optimismo y transformarlas en una oportunidad extraordinaria para fortalecernos, enriquecernos y ser más felices en el futuro.
En ese portal, www.institutodelafelicidad.com he aprendido también que el organismo es capaz de segregar la hormona de la felicidad, que la felicidad es contagiosa y que la gente feliz permanece menos tiempo en el paro.
Estoy convencido que Extremadura es un buen lugar para vivir y si lo es para vivir por qué no va a serlo para emprender.
Esto es lo que hemos llamado ¡Felizprender! Un verbo que se conjuga muy bien en Extremadura.
¡Feliz año 2014!
¿Se puede ser feliz y que no nos duela la pobreza de otros?
Garboó Riocía & García Rioboó
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