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¿Qué motiva esta realidad tan dolorosa y qué puede hacerse al respecto?
Para responder a esta cuestión debemos distinguir entre aquellas empresas que estaban abocadas al fracaso desde su mismo nacimiento, pues lo hicieron con grandes carencias que las hacían inviables y nada podía hacerse para mejorar su pronóstico y otras que bien pudieron haber sido viables y sin embargo se perjudicaron. A estas últimas las llamaremos Empresas LAMENTO.
Con carácter general y puesto que emprender en falso deja secuelas, creo que hay que hacer un esfuerzo por asesorar con gran profesionalidad y rigor e igual franqueza a los emprendedores, de tal modo que pueda entender los motivos que desaconsejen su actividad con independencia de que acepte o no que aún no es su oportunidad.
En el caso de las Empresas LAMENTO identificamos como causas de fracaso evitables las siguientes:
En otros casos el plan está descompensado, es decir, con vertientes muy desarrolladas y otras, no menos importantes, apenas esbozadas e incluso ignoradas. Conocí casos de proyectos muy interesantes, atractivos e innovadores, con un desarrollo tecnológico de bandera que obviaron detalles relativos a cuestiones tan básicas como la fiscalidad, que terminaron tumbando todo un proyecto.
La insuficiente o deficiente capitalización y financiación es otra de las causas de fracaso evitable más comunes. A veces se olvida que las empresas necesitan tiempo para desarrollar su proyecto y el tiempo en la empresa necesita financiación, como también las previsibles pérdidas, por otra parte lógicas, en las que incurren las nuevas empresas en los primeros ejercicios. (El capital social debe financiar no sólo un porcentaje elevado de las inversiones sino que también las pérdidas acumuladas previsibles de los primeros ejercicios)
Para responder a esta cuestión debemos distinguir entre aquellas empresas que estaban abocadas al fracaso desde su mismo nacimiento, pues lo hicieron con grandes carencias que las hacían inviables y nada podía hacerse para mejorar su pronóstico y otras que bien pudieron haber sido viables y sin embargo se perjudicaron. A estas últimas las llamaremos Empresas LAMENTO.
Con carácter general y puesto que emprender en falso deja secuelas, creo que hay que hacer un esfuerzo por asesorar con gran profesionalidad y rigor e igual franqueza a los emprendedores, de tal modo que pueda entender los motivos que desaconsejen su actividad con independencia de que acepte o no que aún no es su oportunidad.
- Carencias graves en fase de proyecto.
- Insuficiente capitalización y financiación.
- Mala gestión.
En otros casos el plan está descompensado, es decir, con vertientes muy desarrolladas y otras, no menos importantes, apenas esbozadas e incluso ignoradas. Conocí casos de proyectos muy interesantes, atractivos e innovadores, con un desarrollo tecnológico de bandera que obviaron detalles relativos a cuestiones tan básicas como la fiscalidad, que terminaron tumbando todo un proyecto.
La insuficiente o deficiente capitalización y financiación es otra de las causas de fracaso evitable más comunes. A veces se olvida que las empresas necesitan tiempo para desarrollar su proyecto y el tiempo en la empresa necesita financiación, como también las previsibles pérdidas, por otra parte lógicas, en las que incurren las nuevas empresas en los primeros ejercicios. (El capital social debe financiar no sólo un porcentaje elevado de las inversiones sino que también las pérdidas acumuladas previsibles de los primeros ejercicios)
Finalmente identificamos la mala gestión como tercera causa notable del fracaso evitable. Una deficiente preparación técnica, carencia de habilidades empresariales, el conocimiento redundante de los socios y la inexperiencia están en la base de esta causa de fracaso.
Las posibles soluciones, a nuestro juicio pasan por:
- Hacer un completo plan de empresa es fundamental.
- Conformar equipos multidisciplinares de emprendedores.
- Formación práctica orientada al desarrollo de capacidades y habilidades de gestión.
- Incorporar al proyecto el saber hacer de un socio tecnológico.
- Contar con acompañamiento profesional durante los primeros años.
- Disponer de un capital social técnicamente cuantificado.
Emprendedor, recuerda, emprender en falso deja secuelas: EMPRESAS LAMENTO, término empleado para referirse a aquellas iniciativas de emprendedores que bien pudieron haber sido viables y sin embargo se perjudicaron.
Garboó Riocía & García Rioboó
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