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Manejar bien los tiempos es una habilidad esencial en la gestión empresarial que tiene mucho de técnica, un poco de intuición y requiere, sobre todo, sosiego. En realidad se trata de una habilidad que todos desarrollamos desde pequeños porque ¿Quién no ha esperado al momento más propicio para enseñar la cartilla con las notas a sus padres?
Aunque no lo parezca, el episodio de las notas que muchos habremos protagonizado, y solucionado contando con la complicidad de una abuela, a quien enviamos al frente de batalla, por delante y sin casco, es un proceso técnico que habrá completado todas estas fases:
Nada hay mejor para ganar tiempo que contestar una pregunta con otra pregunta.
Aunque no lo parezca, el episodio de las notas que muchos habremos protagonizado, y solucionado contando con la complicidad de una abuela, a quien enviamos al frente de batalla, por delante y sin casco, es un proceso técnico que habrá completado todas estas fases:
Precisar el objetivo.
Identificar los sujetos, los actores, las personas que intervienen en el proceso.
Identificar los aspectos críticos o desencadenantes, es decir, los que posibilitan y los que malogran el objetivo.
Obtener Información para su procesado e interpretación.
Decidir las acciones, precipitar o demorar acontecimientos a voluntad, cambiar el orden o secuencias de las cosas, provocar o contener acciones y reacciones.
Secuenciar las mismas en el tiempo.
Para el emprendedor es muy importante saber manejar muy bien los tiempos. Al principio le llevará tiempo manejar el tiempo y le ocurrirá como al conductor novel que para cambiar de marcha a su coche se concede un margen de 10 kilómetros prorrogables por otros 10.
Un buen estratega del tiempo madruga, pues prepara su jugada desde lejos, traza caminos sabiendo que la linea recta es el camino más corto pero no necesariamente el camino más rápido, explora, de tal modo que mientras unos van, él vuelve, gestiona con eficacia y eficiencia, pues no da puntada sin hilo y con relativa frecuencia consigue bajar dos pájaros de un tiro, y no deja nada al azar, es decir logra que nada sucede por casualidad, lo cual es siempre el mejor modo de conseguir los objetivos.
¿Qué ocurre cuando no hay tiempo que manejar? Es una buena pregunta. Cuando sucede eso es porque se ha perdido la iniciativa. Es decir, alguien ha madrugado más que tú. En ese caso, solo tienes una opción. Ganar tiempo.
Nada hay mejor para ganar tiempo que contestar una pregunta con otra pregunta.
Garboó Riocía & García Rioboó
¿Hijo, no te han dado las notas esta semana?
¿Qué tal se te daban a ti las matemáticas, Papá? He pensado que podrías ayudarme los fines de semana con las matemáticas.
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